Caleb, un líder ejemplar

Caleb, un líder ejemplar

El discurso de Caleb trata, aparentemente, sobre el pasado, del modo en que se desempeñó en el episodio de los espías y del contenido de la promesa que le fuera dada por Moshé; no obstante, parece que lo sustancial del discurso de Caleb está relacionado con el futuro, con la recepción de la tierra en herencia, y la referencia de Caleb a su tierra en herencia permite una proyección acerca de la actitud de las tribus con respecto a sus heredades.

 

 

Caleb no solicita regalo alguno en mérito a sus logros en el pasado, sino el permiso de Yehoshua para salir a combatir por segunda vez: “Todavía hoy soy tan fuerte como cuando me envió Moshé, tal como era fuerte entonces, así lo soy ahora, tanto para la guerra, para dirigir o para liderar. Por lo tanto, concédeme este monte del cual el Eterno habló en aquel día, pues tú has escuchado en ese día que los gigantes están allí, y que poderosas ciudades fortificadas hay en él, tal vez Dios esté conmigo y las pueda conquistar, tal como el Eterno dijo” (Versículos 11-12). La importancia del discurso de Caleb radica en sus palabras respecto al futuro, de cara a las misiones encomendadas a las tribus. En sus conceptos hay una asunción de la responsabilidad y del liderazgo en lo concerniente a la misión de conquistar  la tierra. Esta es la gran innovación en su discurso, y éste es el marcado contraste entre la senda de Caleb en particular y la tribu de Iehudá en general, y la forma de conducta que adoptan las tribus relajadas



 

En los conceptos de Caleb hay una reprimenda oculta referida a la pasividad que caracterizó al acto de la conquista y el asentamiento.

El discurso de Caleb representa un nexo entre el episodio de los espías y su solicitud de recibir ahora su tierra en herencia: la flaqueza  que caracterizó al pecado de los espías, caracteriza ahora el modo de encarar la conquista de la tierra. Caleb representa la férrea voluntad de heredar la tierra, tanto en el pecado de los espías como ahora.


 

En los conceptos de Caleb hay una mirada retrospectiva, que explica por qué Yehoshua  debe traspasar el liderazgo para el asentamiento de las tribus: “Tú has envejecido, y estás avanzado en años, y aún queda mucha tierra por conquistar… A todos los Tzidonim los he entregado ante Israel, solamente hazla recaer como heredad sobre Israel como te lo he ordenado” (Capítulo 13, versículos 1,6), y una mirada hacia adentro, que explica por qué el lugar de Yehoshua queda oculto en la segunda parte del libro Yehoshua.

 

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion"

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