El aniversario

El aniversario

Un año después de la salida de Egipto, los impuros por cadáver humano no pueden renunciar a la participación junto a sus hermanos en el sufrimiento y las tribulaciones en la conmemoración del “aniversario”: “¿por qué habremos de ser impedidos?”

¿Por qué esto les era tan imperioso? Leo los versículos que describen el empecinamiento de los impuros de elevar el sacrificio de Pesaj junto al resto, y pregunto ¿de qué se trata? ¿Por qué esto es tan importante?

En una segunda lectura, me doy cuenta de la fecha-“en el desierto de Sinai, en el año segundo de su salida de la tierra de Egipto, en el mes primero” (Versículo1). Se trata sólo de un año después de todo lo acontecido. Solamente un año ha transcurrido desde el gran trauma de la plaga de los primogénitos, el abandono, la lucha, la salida hacia la libertad. La festividad y su sacrificio, representan de hecho, la primera vez que el pueblo de Israel celebra su salvación. Para ellos, la festividad de Pesaj no es un artículo del Shulján Aruj (obra de Rabí Yosef Karo que incluye todas las Halajot, leyes religiosas del judaísmo),  que aparece una vez por año en la primavera junto a una lista de tareas a realizar, en nombre de la Halajá.

Desde la perspectiva de esa generación, la generación de los que salieron de Egipto, se trata de un evento de una dimensión totalmente diferente. Cuando un grupo de personas pasa por un camino en común, lleva consigo una responsabilidad compartida, atraviesan junto tribulaciones y sufrimiento, se articula entre ellos un pacto, que no puede ser violado. La festividad de Pesaj es el tiempo y la forma  de conmemorar este pacto, de celebrarlo, llorar, si es necesario, y también de alegrarse. El alejamiento de un grupo de personas de esta ceremonia, se asemeja a la separación de un combatiente de sus amigos en el acto de conmemoración de una guerra, están alegres por la victoria, lloran por el dolor y principalmente-recuerdan todo esto, juntos. No queremos estar lejos, dicen los impuros por cadáver de persona. Queremos y debemos ser parte, “¿por qué habremos de ser impedidos?” (Versículo 7)

Y el final feliz de este relato: Moshé les dice: aguarden, lo estoy revisando. Él le pregunta a Dios y Dios responde de inmediato y la actualización la redacta como un artículo nuevo en la ley antigua: “Cualquier hombre cuando estuviere impuro por cadáver de persona, o que estuviere en camino lejano; ustedes o alguien de vuestras generaciones habrá de hacer el sacrificio de Pesaj ante El Señor. En el mes segundo, en el día catorce al atardecer, lo habrán de hacer” (Versículos 10-11)

El caso particular se transformó en colectivo y se combinó con él naturalmente. El ser humano (el impuro!) se incorporó a la producción de la Torá escrita, y su acto de aquí en adelante, es inspiración para las generaciones. Cada generación, y su “Pesaj Shení”, “La ofrenda del Segundo Pesaj”.

Gentileza del sitio 929.

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