El castigo es también una expresión de vínculo

El castigo es también una expresión de vínculo

El vínculo significativo entre Dios e Israel se manifiesta tanto en el fenómeno de la profecía como en el castigo.

Cuando el pueblo peca, más allá del pecado en sí mismo, surge una problemática de la desconexión del vínculo y la negación de la relación entre Israel y su Padre celestial. La apertura del capítulo 3 está dedicada al abordaje de esta problemática, y lo esencial es insistir en la fuerza de la conexión y que no es posible negarla, ya que el vínculo es básico.  El propio castigo es presentado como manifestación del vínculo entre Israel y Dios, ya que “a quien ama, Dios reprende”, y castigará a partir del interés y la voluntad de reparar, mientras que la falta de rigor de la mano Divina y la falta de castigo a un pueblo que peca, no son una señal de benevolencia Divina sino indiferencia ante su destino. Este principio básico es expresado por Amós en el famoso versículo que refleja esto de un modo sumamente claro: “A ustedes solos he conocido de entre todas las parentelas de la tierra; por tanto los castigaré por todas vuestras iniquidades” (versículo 2). De aquí en adelante, el profeta continúa esclareciendo la fortaleza del vínculo entre Dios y sus criaturas, en una reprimenda manifiesta en la que están combinados el consuelo y el amor:

“¿Acaso andarán dos juntos, si antes no se han concertado? ¿Rugirá el león en el bosque, sin tener presa? ¿Dará voces desde su guarida el leoncillo, sin que haya apresado algo? ¿Caerá un pájaro en lazo sobre la tierra, si no se le ha tendido red alguna? ¿O saltará el lazo desde el suelo, si no ha cogido nada? ¿Sonará trompeta en la ciudad, sin que se atemorice el pueblo? ¿O habrá calamidad en alguna ciudad, que no la haya causado el Señor? Seguramente, el Señor Dios no hará nada sin que revele Su secreto a Sus siervos, los profetas. Si el león rugió, ¿quién no temerá? El Señor Dios ha hablado. ¿Quién no profetizará?” (Versículos 3-8)

Como se  puede contemplar en los dos últimos versículos, el profeta y la  profecía tienen un rol central. El pueblo intentó anular el vínculo entre Dios y su pueblo, y en contraste de ello el profeta proclama la centralidad de la profecía ay su sentido en el marco del sistema de relaciones de conocimiento y destino, aquí presentados. Dios eligió a Israel y los conoce, y el recurso para ello es la profecía. Es más que interesante la descripción de la profecía como endulzando el secreto existente entre Dios y los profetas, la persona es socia del secreto Divino y Dios ve con buenos ojos hacerlo participe de sus secretos debido a la proximidad que hay entre Él y sus criaturas. La importancia de la profecía se halla precisamente en este punto de la cooperaacion y no en la transmisión de los contenidos.

Editado por el equipo del sitio de Tanaj

Cortesía sitio VBM de la Academia Rabínica “Har Etzion”

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