El episodio del cruce del Iardén es una historia revolucionaria, que tiene lugar con el ingreso a la tierra y le transmite al pueblo de Israel un mensaje significativo: el asentamiento en la tierra debe hacerse a la par de una marcha compartida de todo Israel, conforme al mandamiento de Dios.

En el relato del cruce del Iardén, hay precisamente una focalización en los aspectos ceremoniales y religiosos del evento, y no en lo que podría considerarse central como el milagro de la apertura de las aguas o la descripción del cruce del pueblo por la parte seca.

Los dos puntos destacados a lo largo del relato, son:

El Arca de la alianza, y la relación entre las plantas del pie de los Cohanim que portaban el Arca y la apertura de las aguas
Las doce piedras, y los doce hombres representantes de las tribus que portaban las piedras, que recuerdan el milagro a lo largo de las generaciones.

Los dos puntos centrales corresponden, aparentemente, a otros ámbitos, pero los versículos generan un nexo entre los Cohanim que portan el Arca que tuvieron el mérito de ser los hacedores del milagro, y entre los que cargan las piedras quienes tuvieron el mérito de difundir el milagro a través de las generaciones.

La focalización en el vínculo entre el Arca de la Alianza y los Cohanim que lo transportaban, y los 12 portadores de las piedras representantes del pueblo de Israel, nos enseña un mensaje importante: el Iardén, finalmente, se abrió por el mérito del pueblo de Israel, pero su mérito depende de su compromiso con el pacto que está representado por el Arca de Dios.

Los dos elementos que se hallan en el centro de la trama descripta en el relato del cruce del Iardén, son el Arca de la alianza, mencionada diez veces a lo largo del relato del cruce del Iardén, y las doce piedras. Ambos elementos pertenecen claramente al mundo de los símbolos de los actos de concertación de un pacto.  Ellos aparecen en la alianza de Sinai, y también en la orden a Moshé en las llanuras de Moav, que hace referencia a la escritura de la Torá sobre piedras tras el cruce del Iardén. A través de la enfatización de estos símbolos, hay una observación más allá del evento de la bendición y la maldición en el libro Yehoshua: “Y escribió allí sobre las piedras una copia de la Torá de Moshé…y todo Israel, sus ancianos, sus oficiales y sus jueces, estaban de pie a ambos lados del arca, frente a los sacerdotes, los Leviim que portaban el arca de la alianza del Eterno” (Capítulo 8, versículos 32-33)

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Los Cohanim que portaban el arca, y los representantes de las doce tribus que portaban las piedras en el cruce del Iardén, insinúan, a través de los símbolos que cargan en sus hombros, el deber de acatar el pacto entre Dios e Israel al ingresar a la tierra.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion"