El valor de la constancia y la perseverancia

El valor de la constancia y la perseverancia

Entre los sacrificios adicionales mencionados en nuestro capítulo permanece oculto el sacrificio “Tamid”, el sacrificio perpetuo, que era ofrendado cada día por la mañana y al atardecer. Esta ofrenda nos enseña acerca de la importancia del valor de la constancia y la perseverancia.

 “Y amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Vaikrá capítulo 19, versículo 18)-este es un principio importante de la Torá, dice Rabí Akiva (Sifra Kedoshim 2,4). Menos conocida es la opinión de Rabí Shimon Ben Pazi (el Midrash es citado en la introducción al Ein Iaacov), quien sostiene que el pilar de la Torá es el versículo de nuestro capítulo que trata sobre el sacrificio Tamid: “Uno de los corderos ofrecerás por la mañana, y el otro cordero ofrecerás al atardecer” (Versículo 4). La elección de Rabí Akiva de colocar el amor como un valor fundamental, es una elección comprensible, ya que parece que todos creemos en la importancia del amor y en el hecho de que sea un valor central en la vida; a diferencia de ello, la elección de Rabí Shimón Ben Pazi, es una elección sorprendente. Parece que Rabí Shimón Ben Pazi eligió este versículo no por la importancia del ritual de los sacrificios, sino por un valor trascendente que se infiere de él-el valor de la constancia. Sobre el amor, todos hablan, lo buscan y sienten dolor por su falta. No obstante, estamos menos atentos al valor de la constancia. La vida de no pocas personas es una constante de dificultades por la falta de constancia, y los conceptos de Rabí Shimón Ben Pazi son el imperativo que el momento demanda.

Rabí Najman de Breslav cita numerosas veces el refrán “todos los comienzos son difíciles”. Sin embargo, tal como lo señalara uno de mis alumnos, sucede que en numerosas ocasiones se da la inversa-todos los comienzos son fáciles. Entusiasmarse con algo nuevo, es una misión bastante simple, pero entrenarse una y otra vez a lo largo de una etapa continua, incluso cuando los entrenamientos son agotadores-eso ya es mucho menos tentador. La ofrenda del sacrificio Tamid cada mañana y cada tarde expresa, no solamente el valor de la constancia, sino también el valor de la perseverancia. Sin la perseverancia es difícil ser constante, y mucha energía es desperdiciada en la búsqueda del tiempo adecuado. A menudo, cuando nos vemos obligados a encontrar cada día, un tiempo para algo, lo postergamos para mañana.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj del libro "Lehitorer leiom jadash: kriá mitjadeshet shel haTorá veshel jaJaim" ("Despertar a un nuevo día: una lectura renovada de la Torá y de la vida"), publicado por Maguid.

 

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