Juntos construiremos

Juntos construiremos

No es correcto interpretar una discusión dela época de Zerubabel según el trato con los “shomronim” (samaritanos)  en un período posterior, tras haberse convertido en los enemigos de Ierushalaim. ¿De qué se trataba realmente la discusión?        

Los “enemigos de Iehudá y de Biniamín” (Capitulo 4, versículo 1), son ante todo los habitantes de Shomron y sus alrededores (los “Shomronim”), entre ellos, muchos de los que quedaron de Efraim y Menashe que no fueron exiliados en la destrucción de Shomron [1], pero los estamentos gubernamentales eran los “kutim”, quienes fueron traídos a Shomron por los reyes de Ashur (Asiria)[2].

“Se allegaron a Zerubabel, y a los jefes de las casas paternas, y les dijeron: Edificaremos con vosotros (un santuario para Dios), porque como vosotros buscaremos a vuestro Dios, y a Él ofrendamos (en nuestros altares y templos) desde los días de Asar Jadón rey de Asiria, que nos hizo subir aquí.

Y les dijeron Zerubabel, y Ieshúa, y los demás jefes de las casas paternas de Israel: Nada tienen que ver con nosotros para que edifiquen un santuario a nuestro Dios (cuando ustedes elevan ofrendas en vuestros altares), sino que, nosotros solos (=todos los que se dedican al servicio del “Dios único”, solamente ene Ierushalaim)  lo construiremos al Eterno Dios de Israel, tal como nos encomendó el rey Koresh, rey de Persia [construir “la casa de Dios, Senor de Israel, quien es el Dios que se encuentra en Ierushalaim”-solamente] (Capitulo 4, versículos 2-3)

Se acostumbra a interpretar [3] la frase “nosotros, juntos  construiremos”, como si expresara “sólo nosotros”, los que retornamos del exilio “juntos” construiremos, y a explicar que Zerubabel y los jefes de las casas paternas rechazaron completamente la solicitud, y la consideraron un intento furtivo para para destruir por dentro, ya que, desde un inicio,  contemplaban a los solicitantes como no judíos y enemigos

Pero no es correcto interpretar una discusión dela época de Zerubabel según el trato con los “shomroni” en un período posterior, tras haberse convertido en los enemigos de Ierushalaim, y más aún, a partir de la época de Ezrá, la época de separación de la impureza de las mujeres de las naciones. La antigua discusión era sobre la cuestión de si el Templo de Ierushalaim es un Templo para un Dios único, y entonces “sólo nosotros lo construiremos”, o si existen altares y templos también en Shomron y en otros sitios, y también en Ierushalaim, y entonces “Nada tienen que ver con nosotros para que edifiquen un santuario a nuestro Dios “.

Conforme a ello, los retornantes del exilio no rechazaron de plano a los representantes de los “Shomronim”, sino que  impusieron una condición determinante-todo aquel que se une  a la construcción del Templo en Ierushalaim, debe abandonar cualquier otro templo.

El liderazgo shomroni no quería ni podía aceptar una condición como esta, y se convirtió en enemiga de Ierushalaim, pero en el monte Efraim y en la heredad de Menashe había muchos, principalmente en las aldeas en las que sobrevivieron los descendientes de Efraim y Menashe, que abandonaron los altares de los “shomronim”, se apartaron de la “impureza de los pueblos de la tierra” en los templos y altares, se trasladaron a Ierushalaim y participaron de la construcción del segundo Beit Hamikdash.

 “Y los del exilio hicieron el Pesaj... Y comieron los hijos de Israel que habían vuelto de exilio, y todos los que se habían apartado de las impurezas (idolatrías) de los demás pueblos de la tierra (el que se une a ellos), para buscar al Eterno Dios de Israel; Y celebraron la festividad de las matzot durante siete días con regocijo…” (Capítulo 6, versículos 19-22)
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[1] Irmiahu (capítulo 3, versículos 6,12) fue enviado para traerlos nuevamente a Ierushalaim, en el período de Ioshiahu; dicha misión fue exitosa, como lo refleja el relato del testimonio en el libro Irmiahu (capítulo 41, versículo 5), en referencia a los 80 peregrinos “de Shjem, Shiló y Shomrón”; ver en el libro Divrei Haiamim II, Crónicas II, capítulo 34, versículo 6) acerca de la purificación de Ioshiahu hasta el Galil.

[2] También, según la descripción que encontramos en Melajim II, capítulo 17, versículo 24, y también según la  inscripción de Sargón, que exilió a 27290 hombres de Shomrón, y trasladó a ese lugar, a hombres de tierras conquistadas por él.

[3] Ver también en el comentario Daat Mikrá.
Gentileza sitio 929.

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