La importancia de los jueces pequeños

La importancia de los jueces pequeños

El texto bíblico nos relata acerca de pequeños jueces, a pesar de que ellos no salvan al pueblo de un sometimiento como ocurre con otros, y ello debido a que su liderazgo representa los períodos de calma, y deja en claro la importancia de un liderazgo estable en el pueblo de Israel.

Cinco jueces “pequeños” aparecen en el libro Shoftim (Jueces): Tolá hijo de Puá y Iair el Guiladí en el capítulo 10, Ivtzan, Eilon y Avdon en el capítulo 12.

¿Con qué objetivo el texto bíblico nos cuenta acerca de estos jueces? Este interrogante se agudiza a la luz del hecho de que el episodio de estos jueces no coincide con el modelo presentado en el inicio del libro: ¡no hay un pecado por parte del pueblo, y ningún juez salva al pueblo de un sometimiento!

Antes de que presentemos las diversas explicaciones, señalaremos que las características singulares de esos jueces es la utilización de la raíz SHFT, un dato preciso (y no en años “redondos”) acerca de sus años de actividad, la mención del lugar de su sepultura, y una breve descripción de hasta tres versículos.

Una opción para la explicación es la "teoría de la migración":

De un vistazo, encontraremos que en cada generación el juez vino de otra tribu. Además, los jueces están dispuestos en un orden geográfico, en un movimiento de herradura: desde Judea en el centro- sur del país, hasta las tribus del norte hasta la región de Guilad, y finalmente el área de la llanura costera, desde el norte (Asher) hasta el centro (Dan). El libro menciona a estos jueces para completar el rompecabezas tribal y la imagen geográfica de los jueces.

Una segunda opción para la explicación es la "teoría de secuencias":

Según Yaira Amit, los pequeños jueces encajan en el modelo del libro. En el libro hay siete ciclos de pecado-castigo-rescate, y los pequeños jueces destacan los períodos de calma posterior al rescate. Entonces, por ejemplo, debe explicarse que el período de Abimelej fue un castigo para Israel, Tolá hijo de Puá salvó a Israel, y de él comenzó un período tranquilo de 45 años. Entonces el pueblo nuevamente se sumió en el pecado, fue castigado e Iftaj  lo salvó. El período posterior de calma fue prolongado e incluyó a tres pequeños jueces.

Esta explicación revela otro mensaje del libro: incluso después del doble fracaso del reino de Guidón y Abimelej, la secuencia de gobierno es de gran importancia. La secuencia gobernante impide que la gente caiga en el pecado, y solo la interrupción de la secuencia conduce a los pecados del pueblo de Israel (antes de la época de Iftaj y de Shimshón). Por lo tanto, el hombre de Israel tenía razón cuando pidió una monarquía, porque la continuidad gubernamental impide que el pueblo se deteriore hacia una situación en la que cada hombre en Israel hace lo que le parece bueno a sus ojos.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj.

Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica “Har Etzion”.

 

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