La sabiduría de Shlomó

La sabiduría de Shlomó

En el capítulo 4, el texto describió, principalmente, el éxito de la política interna de Shlomó. En el capítulo 5, la mirada se torna hacia el exterior.

 División del capítulo:

Versículos 1-8: La riqueza de Shlomó y su dominio sobre los pueblos de alrededor

Versículos 9-14: La sabiduría de Shlomó

Versículos 15-32: Jiram y Shlomó

1. Versículos 1-8: La riqueza de Shlomó y su dominio sobre los pueblo de alrededor

Versículo 1-“desde el río (Éufrates) hasta la tierra de los pelishtim, y hasta el confín de Egipto”. El río es claramente, el río Éufrates, que en muchos textos es denominado simplemente “el río”, por su notoria importancia (Shemot capítulo 23, versículo 31; Yeshaiahu capítulo 11, versículo 15 y otros). Al mencionar “el confín de Egipto”, el texto se refiere, aparentemente, al río de Egipto (Bereshit, capítulo 15, versículo 18). El versículo debe leerse de la siguiente forma. Desde el río, en el norte, y hasta la tierra de los pelishtim, en el oeste y hasta el confín de Egipto, en el sur. De todos modos, el texto describe aquí el dominio de Shlomó sobre todas las partes de la tierra prometida.

2. Versículos 9-14: La sabiduría de Shlomó:

El versículo 9 comienza enfatizando que Dios le dio a Shlomó sabiduría e inteligencia, y ello, paralelamente a lo expresado por Dios en el capítulo 3 “un corazón sabio e inteligente”, los versículos 10-11 describen el hecho de que la sabiduría de Shlomó es más grande de la de otros y los versículos 12-13 describen el contenido de su sabiduría. No obstante, a pesar de que aquí se describe la concreción de la promesa de Dios, debe tenerse en cuenta que hay aquí una focalización excesiva en la figura de Shlomó. El versículo 14 que describe cómo venían de todos lados para ver la sabiduría de Shlomó, recuerda la profecía de Yeshaiahu (Capítulo 2), en la que todo el mundo se congrega para estudiar la Torá de Dios. El hecho de que aquí no figure, refleja una falla.


3. Versículos 15-32: Jiram y Shlomó

El texto nos revela una negociación, en la que cada parte realiza su propuesta y al final llegan a un punto medio. Shlomó le pide a Jiram que sus siervos, que se especializan en la tala de cedros que se encuentran en el Líbano, talen los árboles. Shlomó agrega que “mis siervos estarán con los tuyos”, lo que claramente quiere decir que los ayudarán y de que él les pagará según lo que él pida.

Jiram reacciona y modifica dos elementos: primero, le dice que también le enviará cipreses, algo que Shlomó no solicitó explícitamente. Además, le dice que sus siervos harán la tarea solos, y enviará los árboles en balsas. En lo concerniente a la paga le pide a Shlomó un complemento para el sustento de su hogar. De hecho, en el versículo 24, se menciona que Jiram le entregó cedros y cipreses “todos los que quería” y en los versículos 27-28 escuchamos que, en realidad, Shlomó envio muchos hombres para ayudar a la gente de Jiram y no recibió su propuesta por completo. Puede que esto se relacione con el hecho que la paga que Shlomó se comprometió a pagar a fin de sustentar a Tzor “año tras año”, durante todo el período del trabajo pero el mismo será mucho más breve, en caso que que los siervos de Shlomó también se asocien a la tarea.

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