Porque la guerra es de D-s

Porque la guerra es de D-s

 

David, en su guerra contra Goliat, le muestra al pueblo de Israel a través de las generaciones, cómo el pueblo debe luchar contra sus enemigos. No son la cantidad, ni el poder físico y las armas, el índice principal, sino la fe en el nombre de D-s.

 

Ya han transcurrido varios días de la guerra de los Pelishtim (filisteos) contra Israel, entre Sojo y Azeka. El combatiente filisteo se caracteriza por su elevada talla, casi tres metros de altura, envuelto en hierro de la cabeza a los pies y una larga lanza en su mano.

Allí está el hombre Goliat, despreciando al pueblo de Israel, durante cuarenta años. Exige que el rey Shaúl lo enfrente en la batalla. Aparentemente, es el más adecuado para luchar contra él. Es un hombre alto, igual que él, es el rey de Israel y ellos son sus esclavos. Shaúl teme al combate con Goliat y no sale a enfrentarlo (11).

David, que no hace mucho tiempo fue coronado como rey de Israel, llega al campo de batalla por una misión que su padre le encomendó para sus hermanos. Al escuchar las palabras de Goliat que maldice el nombre de D-s, al decir que aparentemente, no está capacitado para ayudar a su pueblo para combatir contra sus enemigos. Se quiere ofrecer como el hombre que habrá de enfrentar a Goliat, a pesar de poseer las peores características bélicas: es un joven pequeño y bajo, para nada experimentado en armas, su aspecto exterior se asemeja más al de una mujer, por su belleza. Shaúl rechaza de plano esta posibilidad, acorde a su cosmovisión de la guerra (33).

No  obstante, David presenta aquí un enfoque totalmente diferente. Sostiene que el pueblo de Israel adoptó la cosmovisión filistea, según la cual sólo la fuerza exterior es el índice de éxito en una guerra y que aquel que posee el mayor poder físico, es el que habrá de vencer.

David demuestra que el pueblo de Israel tiene un poder espiritual supremo que les lleva a cabo la guerra. Su poder es infinitamente superior a cualquiera de las armas de guerra. David elige luchar contra Goliat, precisamente, sin la armadura sino con las armas de guerra más elementales, teniendo plena fe en que D-s lo habrá de salvar de las manos de este filisteo (37, 47).

 

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