Síntesis del capítulo, 2 Reyes 7

Síntesis del capítulo, 2 Reyes 7

La profecía de Elishá (versículos 1-2)

Un enviado del rey de Israel se presenta ante Elishá (en el capítulo anterior). Elishá anuncia que el sitio y la hambruna están a punto de culminar: “A lo que respondió Elishá: "¡Oigan la palabra del Señor! Así ha dicho el Señor: Como a estas horas el día de mañana, la seá de flor de harina se venderá por un siclo, y dos saes de cebada, por un siclo, en la puerta de Shomrón” (versículo 1). El enviado no cree lo que dice Elishá y el profeta le augura un future no muy auspicioso: “Y le respondió: He aquí que tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello” (versículo 2).

Los leprosos (versículos 3-4)

Cuatro leprosos, que naturalmente se hallan fuera del campamento, temen por sus vidas: “Si dijéramos: Entremos en la ciudad, el hambre está dentro de la ciudad, y moriremos allí; y si nos quedáramos aquí, moriremos también” (versículo 4). Por consiguiente, optan por dirigirse hacia el campamento de Aram, donde para su sorpresa encuentran un campamento vacío, sin ninguna persona. El texto explica que Dios confundió a los hombres de Aram y ellos fugaron del campamento. Ahora, solo queda saquear el campamento.

Los leprosos le brindan información al rey (versículos 9-11)

Los leprosos comprenden que no puede ser que el campamento de Aram se haya fugado y no hayan notificado al rey de Israel: “Este día es día de albricias; si, pues, guardamos silencio y esperamos hasta la luz de la mañana, entonces nuestra iniquidad nos alcanzará. Vengan, pues, vamos a dar parte de ello en casa del rey” (versículo 9).

Los hombres del rey y el pueblo descienden al campamento de Aram (versículos 12-16)

El rey escucha las palabras de los leprosos pero sospecha de que se trata de una trampa al rey de Aram, y por consiguiente envía una comitiva pequeña y reducida al campamento de Aram, la cual descubre que no se trata de un ardid y que efectivamente los hombres de Aram abandonaron el campamento. Tras la noticia reconfortante, el pueblo se encamina hacia el campamento abandonado y saquea todos los alimentos que hay allí: “Entonces salió el pueblo, y saqueó el campamento de Aram” (versículo 16).

Los conceptos de Elishá se hacen realidad (versículos 17-20)

Después de todo lo sucedido, las palabras de Elishá se hacen realidad: “y así fue que en efecto se vendió una seá de flor de harina por un siclo y dos seas de cebada por un siclo, conforme a la palabra del Señor” (versículo 16); el enviado del rey ve la abundante comida pero muere sin comer de la misma, tal como lo profetizara Elishá: “Y el rey dio a aquel capitán, en cuyo brazo él se apoyaba, cargo de la puerta; y lo atropelló el pueblo en la puerta, de modo que murió, conforme había dicho el varón de Dios” (versículo 17).

 

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