Saquean las eras

Saquean las eras

Haya un rey en Israel-Shaúl. Él tiene la responsabilidad por la seguridad y la tranquilidad de la gente de Keila. ¿Por qué se dirigen ellos a David, el perseguido y exiliado?

 

Shaúl dudó en luchar contra Keila, y no es difícil imaginar lo que pasaba por su cabeza. Keila se halla muy próxima a los Pelishtim (filisteos), y una guerra allí, significa caer en una trampa filistea. El robo en las eras no era para Shaúl una causa para la guerra. Mientras los pelishtim no ponían en riesgo la vida de las personas, es mejor contenerse que poner en peligro la vida de un soldado por causa de un hurto económico.

La Halajá (la ley judía) indica que si en Shabat llegaron no judíos a una aldea judía, se sale al encuentro de ellos, en la medida que pongan en riesgo la vida de la gente, sin embargo, esta Halajá normativa tiene también una excepción a la regla: si se trata de una aldea lindante con la zona fronteriza, incluso si sólo vinieron a tomar paja, se sale al encuentro de ellos en Shabat, “ya que tal vez tomen la ciudad y a partir de allí será para ellos, más accesible la conquista de la tierra”.

 

Un liderazgo estatal requiere de una mirada pública y de la adopción de singulares normas nacionales. Desde el punto de vista de la Halajá, el dinero no tiene importancia ni valor, pero este dinero en la zona fronteriza, es considerado equivalente a vidas. Todo renunciamiento lleva a otro renunciamiento, y pone en peligro la seguridad de todo el pueblo. David escuchó lo ocurrido en Keila y no aceptó su abandono al robo. No obstante, esa no es su responsabilidad, pero en su corazón latía todo lo relacionado con lo oficial, y por consiguiente, a pesar de su situación y de la voluntad de sus hombres, solicitó la bendición de

D-s para luchar contra los filisteos.

Así, David comenzó a dirigir el reino en forma reducida, a diferencia de él, Shaúl quedó atrapado en las cosas menores. Ahora reúne a todo Israel, no para cumplir su cargo y luchar contra los filisteos, sino para luchar contra David.   

Su tendencia final, la del ataque de los filisteos a las eras de Keila, queda revelada al final del capítulo, con la llegada urgente del enviado de Shaúl: “Apresúrate y ven, pues los Pelishtim han invadido la tierra” (Versículo 27).


 

Editado por el equipo del sitio del Tanaj, del libro “Oz Melej-Iyun

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