Una estructura poderosa

Una estructura poderosa

En el Templo, la misma estructura tiene su propia importancia como centro de atracción espiritual, y por consiguiente, hay una gran inversión en la propia estructura y no solo en los utensilios y elementos.

Una de las diferencias salientes entre la descripción del Templo y la del Mishkán, el Tabernáculo, es la relación entre el Mishkán y sus elementos. Todo aquel que lee la Parashá, la sección de Terumá, observa que la Torá ubica a los utensilios en el centro.

A diferencia de ello, en la descripción de la construcción del Templo, los elementos del mismo (el candelabro, la mesa y el altar) ocupan un espacio menor, incluso la función y el estatus del Arca están mucho más relegados que en el libro Shemot. Se le dedica un mayor cleo, el corazón del Templo, mientras que en el libro Melajimespacio a la descripción de la estructura en sí misma, incluso a la descripción de las dos columnas del “Ulam HaHeijal”, (Iajín y Boaz), detallando de un modo muy pormenorizado las ornamentaciones, los capiteles y las decoraciones en las columnas.

En otras palabras, en el libro Shemot-las paredes del Mishkán son utilizadas como cobertura de los utensilios que son el núcleo, el corazón del Templo, mientras que en el libro Melaji, la propia estructura s lo importante y los elementos tienen el propósito de colmar el edificio.

Esto quiere decir que el edificio del Templo no debe tener a priori un rol funcional como cobertura envolvente de los elementos sagrados que se encuentran en su interior, sino que posee un sentido simbólico al constituirse en un centro espiritual, en sí mismo, y por ende, resulta sumamente importante decorarlo y embellecerlo. El énfasis del texto en los capiteles de las columnas, en las granadas elaboradas y el lirio en su parte superior, se debe a que tienen una expresión artística y espiritual, y su papel es simbólico y no meramente funcional. Es por ello, por cierto, que han recibido nombres: queda claro que si la función de las columnas era solamente la de sostener las puertas y las jambas a fin de que no se cayeran, pues no se les hubieran asignado nombres, pero visto y considerando que no se trata solamente de un acto de construcción sino también una obra de arte, se les conceden nombres al igual que a las creaciones artísticas.

La profecía de Yeshaiahu “el monte de la casa del Señor será establecido como cabeza de los demás montes , y será ensalzado sobre los collados, y afluirán a él todas las naciones” (Yeshaiau, capítulo 2, versículo 2), refleja el espíritu del Templo que dirige hacia el exterior su impactante poder y su arquitectura destinada a expresarlo.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj.

Cortesía sitio VBM de la Academia Rabínica Har Etzion.

 

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