Ver el rostro del rey

Ver el rostro del rey

En las tres festividades de peregrinación la Torá ordena peregrinar a Jerusalén y ver el rostro de Dios. La expresión “aquellos que ven el rostro del rey”, que figura en el Tana”j varias veces en referencia a palacios reales, nos enseña que los hijos de Israel, en ocasión de las tres festividades de peregrinación tienen el privilegio de estar “ubicados en la primera fila del reino”.

 

El mandato de peregrinar a Jerusalén en las tres festividades figura tres veces en la Torá (Shemot, capítulo 23, Shemot, capítulo 34, Devarim, capítulo 16) y en las tres menciones figura la expresión (con mínimas diferencias): “habrán de aparecer todos tus varones ante la presencia de Adonai, tu Dios”. ¿A qué se refiere la Torá cuando alude al ascenso al lugar que elegirá Dios a fin de ver el rostro de Dios? ¿Si ni siquiera Moshé podía ver el rostro de Dios: “y podrás ver en pos de Mí, mas por delante de Mí, no se podrá ver” (Shemot, capítulo 33, versículo 23)?

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La expresión “aquellos que ven el rostro del rey” figura en el Tana”j en otros contextos adicionales. En el libro Melajim II, capítulo 25, versículo 19, en la descripción de la destrucción de Jerusalén y el Gran Templo se señala que  un oficial  babilonio tomó, entre otras cosas, “cinco varones de los consejeros del rey”. Esta expresión figura también en el relato de Ester, capítulo 1, versículo 14, en referencia a los siete príncipes “que veían el rostro del rey,
y se sentaban preeminentes en el reino”.

El sentido de esta expresión en estos contextos monárquicos es: las personas más allegadas al rey que están permanentemente junto a él y ven su rostro. Entonces, aparentemente el significado de esta expresión en el contexto de las tres festividades de peregrinación no tiene que ver con la visión concreta del rostro de Dios, sino el estar parados ante Él, como las personas más allegadas. En tres oportunidades en el transcurso del año debe ubicarse el judío residente en Israel ante Dios “el Amo” que lo controla, y autoanularse delante de él. No obstante, a la par de esta autoanulación este judío residente en Israel goza del privilegio de ser uno de los más allegados al rey.

No sólo los Cohanim (Sacerdotes) que están siempre ubicados delante de Él sino todo el pueblo de Israel tienen el privilegio de estar entre los allegados al reino y de los que ven el rostro del rey, en el marco de las tres festividades de peregrinación.

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