El desprecio de las leyes de tránsito y el asumir riesgos innecesarios es mucho más grave que la falta de cuidado del cuerpo y la salud por parte de la persona, ya que de ese modo, pone en peligro y Dios libre y guarde , puede llegar a dañar a otros y su error es rayano con la alevosía.
“El que matare a su prójimo sin premeditación, pero él no lo odiaba…”(Versículo 4)
Es deber de toda persona cuidarse a sí mismo y a su salud (“Y cuida tu alma, mucho”-Capítulo 4, versículo 9) y no se deben asumir riesgos. Las situaciones en las cuales fue permitida la asunción de riesgos en función de que “El Señor guarda a los sencillos de corazón” (Tehilim, Salmos, capítulo 116, versículo 6), se refieren exclusivamente a situaciones límites o “en hechos acostumbrados por el público” (en los cuales no hay un cuidado estricto). ¿Qué es considerado un riesgo? Por lo general, acorde a lo aceptado a ojos de las personas, y ya lo han establecido los grandes de todas las generaciones, debemos comportarnos con mucha cautela en la preservación de la salud según la medicina vigente en nuestro tiempo, incluso si la misma no está en consonancia con las formas de curación del Rambam o incluso en el Talmud.
E incluyendo la seguridad vial y el cumplimiento de las leyes de tránsito que fueron establecidas por profesionales como límite para la prevención de accidentes. El desprecio de las leyes de tránsito y la asunción de riesgo, incluyendo el uso de accesorios de comunicación de todo tipo mientras se maneja, es mucho más grave que aquel que no cuida su cuerpo ni preserva su salud, ya que de esa forma, también pone en riesgo a otros, y si Dios no lo permita, llegara a provocarle daño a alguien, pues se le deben aplicar los conceptos del Rambam: “Está aquel que mata sin intención, pero esa falta de intención es rayana con la alevosía y sería considerado un crimen o que debería haber sido precavido y no lo hizo, y no es exiliado, ya que su falta es sumamente grave y el exilio no lo expía…” (Hiljot Rotzeaj uShmirat HaNefesh 6,4). Y un Cohen (Sacerdote) que debido a su negligente forma de conducir el auto estuvo involucrado en un accidente fatal, Dios libre y guarde, el Rabino Ovadiá Yosef dictaminó que no puede bendecir al pueblo, ya que se trata de una falta de intención rayana con la alevosía (Iejavé Daat 5,16). Y otros Sabios dictaminadores de la Halajá (Ley religiosa judía) escribieron que las leyes de tránsito deben ser acatadas aún en los momentos en los que no hay riesgo alguno, como por la noche, ya que afectar e incumplir el debido orden puede provocar indirectamente, Pikuaj Nefesh (situaciones límites en las cuales para salvar la vida de una persona, está permitida la transgresión de un precepto). (Shevet HaLeví 10, 291). Y por ende, en Shabat y días festivos, aunque nuestro corazón esté dolido y apenado por su profanación, no podemos cruzar con luz roja “en señal de protesta”. Incluso aquel que considera que esto puede ser productivo (y aparentemente, este es un pensamiento erróneo) no se manifiesta una protesta a través de una conducta prohibida.
Gentileza del Instituto "Pua"