En lugar de exhibir fortaleza y poder y ejecutar sus habilidades organizativas, Rejavam se equivoca en una cadena de errores en su modo de actuar ante el pueblo, durante la crisis.
Rejavam es un rey organizado y planificado que logra tomar la iniciativa y ejecutar planes que redundan en beneficio de su reino y ayudan también muchos años después de su muerte, pero cuando surgen crisis, como esta que tiene lugar en el inicio de su reinado, no soporta la presión y no logra manejarlas.
Cuando Shlomó muere y Rejavam assume el gobierno en su lugar, se infiere a partir de los versículos, que la transición se realiza tranquilamente, sin opositores: “Y yació Shlomó con sus padres… y reinó Rejavam, su hijo, en su lugar”. Y aún así, parace que sí surge algún problema ya que se ve forzado a ir y recibir nuevamente el reinado: “Rejavam, pues, fue a Shjem; porque a Shjem había concurrido todo Israel para hacerle rey” (Versículo 1)..
Al optar ir a Shjem, y no quedarse en Ierushalaim y realizar allí el evento de coronación intenta exhibir cierto poder. No obstante, con su traslado, también toma distancia de la base de su poder y tal vez, sea éste su primer error, como revelamos en retrospectiva.
Su segundo error lo comete cuando al reaccionar a la solicitud de las tribus de aliviar los impuestos, no responde de inmediato, sino que aguarda tres días antes de responderles. Esta espera le permite evaluar la solicitud con moderación y consultar con sus asesores, pero en el seno del pueblo, que no está expuesto a la consulta, puede ser interpretada como una señal de debilidad y vacilación.
Finalmente, la decision que toma lleva al estallido de disturbios y a la rebelión, y en su intento de afrontar la rebelión, comete su mayor error. Los disturbios estallaron por la carga de los impuestos y con el fin de acallarlos, envía a Adoram, el ministro de Finanzas, a cargo de los impuestos.
Adoram es apedreado, y al escuchar Rejavam acerca de ese episodio “se dio prisa a montar en su carro, para huir a Ierushalaim”. Y así, en lugar en lugar de exhibir Fortaleza y poder y ejecutar sus capacidades organizativas, Rejavam emerge como alguien vacilante que al final huye del pueblo al que se supone debe gobernar.
Editado por el equipo del sitio del Tanaj, extraído de una clase dictada en las Jornadas de Estudio de Tanaj.