Una subida muy empinada

Una subida muy empinada

El capítulo aborda los altibajos, y como punto central se destaca la misión de Eliahu ante Ajaziá que comienza con un acenso, pero concluye con su descenso por orden del ángel. 

Los conceptos principales en nuestro capítulo son: el ascenso y el descenso: Ajaziá cae desde lo más alto, Eliahu asciende al encuentro de los ángeles del rey y profetiza que de la cama a la que subió Ajaziahu, él no descenderá. A continuación, los emisarios de Ajaziá intentan convencer a Eliahu para que bajara de la montaña, y él, en respuesta, lanza un fuego desde el cielo. En el marco de esos altibajos, Eliahu recibe el mandamiento de dos órdenes contrapuestas. Primero, Dios le ordena “Levántate, sube a encontrarte con los mensajeros del rey de Shomrón” (versículo 3), Eliahu recibe la orden de abandoner su sitio particular y subir a la zona de Ajaziá. Al final del capítulo, una vez más el ángel le ordena a Eliahu dirigirse al encuentro de Ajaziá, pero en esta occasion utilizando el vocablo de descenso-“Baja con él; no tengas temor a causa de él” (versículo 15). ¿Cuál es el significado de las diferencia entre las dos órdenes?

La primera orden de Eliahu fue la de ir al encuentro de Ajaziá y apartarlo de la consulta a Baal Zvuv. Pero Eliahu no lo logró, y en lugar de ello ascendió a un sitio diferenciado, distinto al lugar de Ajaziá o de cualquier otro. Dicho ascenso, al igual que su ascenso al cielo del capítulo siguiente, tal vez expresa cierto progreso espiritual y un acercamiento a Dios, pero no es lo que se le solicitó que realizara-no se registró ningún intento de ayuda de Eliahu a Ajaziá o de rezar por su cura. Esto simboliza el hecho de que Eliahu y Ajaziá se encontraban en dos estados espirituales tan separados que resultaba imposible conectarlos, y cuando ambos ascienden, cada uno lo hace a otro lugar, y no se encuentran.

Después de ello, la última orden del ángel-descender al encuentro de Ajaziá-manifiesta el hecho de que a pesar de su avance y ascenso espirituales, fracasó en su misión y por consiguiente, no puede continuar desempeñándose como profeta, que es el que debe acercar al pueblo a Dios.

Eliahu, por su naturaleza, es diferente. Tiene una vestimenta especial (y así, toda persona puede reconocerlo), se comporta de un modo diferente, incluso profetiza diferente, y al final, culminará su vida de una forma distinta a los demás. Este capítulo demuestra nuevamente la diferencia y diferenciación entre Eliahu y todo el pueblo, y su falta de capacidad para adaptarse a la realidad humana, lo cual anticipa el próximo capítulo, en el cual Eliahu asciende al cielo en un torbellino, y su lugar es ocupado por Elishá, que logra llegar al pueblo, allí donde Eliahu no tuvo éxito.

Los referentes que escriben en esta sección son integrantes de la organización NAJAT-Jóvenes amantes del Tanaj, que es un centro de estudios del Tanaj para los jóvenes.

 

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