Nuestro capítulo se divide en dos partes. En la primera parte, hay una descripción del castigo que incluye la burla y el oprobio a Egipto. En la segunda parte hay cinco párrafos (que se inician con la frase “En aquel día”), y abordan los cambios que se darán en Egipto tras el castigo y su actitud hacia Israel y el Dios de Israel

El castigo a Egipto (versículos 1-15)

La profecía “Masá” de Egipto comienza con una descripción de Dios que “cabalga sobre una nube ligera, y entra en Egipto; y se conturban los ídolos de Egipto a Su presencia; y se derrite el corazón de Egipto dentro de él” (versículo 1). Los egipcios intentarán consultar a sus dioses, pero ellos no ayudarán. El profeta describe cómo se secaron el río y los reservorios de agua de Egipto, que son la fuente del poder y orgullo de Egipto. En los versículos 11-15, el profeta describe la perdición de la sabiduría egipcia: “Los príncipes de Tzoan son completamente necios; el consejo de los más sabios de los consejeros de Paró ha venido a ser irracional... ¿Dónde están ahora tus sabios? ¡Que te declaren, pues, o sepan siquiera ellos, cuál es el propósito del Señor de los ejércitos respecto de Egipto!” (versículos 11-12).

“En aquel día” (versículos 16-25)

El primer párrafo que comienza con las palabras “En aquel día” (versículos 16-17), aún recuerda el castigo a Egipto, y principalmente, describe el miedo que afectará a Egipto, como consecuencia del castigo.

En el segundo pasaje (versículo 18), el profeta presagia que en Egipto habrán cinco ciudades que hablarán “el idioma de Kenaan” y jurarán por Dios

En el tercer fragmento (versículos 19-22) el profeta describe una revuelta teológica en Egipto: los egipcios reconocerán a Dios, lo servirán e incluso construirán un altar para Dios en Egipto.

En el cuarto pasaje (versículo 23) el profeta describe que habrá un “camino real” que conducirá de Egipto a Ashur. El sentido es que las dos potencias que luchan entre ellas en el presente, en el futuro, habrؘán de hacer la paz.

El último pasaje llega aún más lejos y según el mismo, Israel, Egipto y Ashur constituirán un “trio”, es decir: habrá vínculos entre los tres pueblos, y la unificación entre ellos será una bendición para el mundo todo “"¡Bendito sea Egipto, pueblo Mío, y Ashur, obra de Mis manos, e Israel, herencia Mía!" (versículo 25).